PEC ALTA Y PLENA EDAD MEDIA. 1 CRUSO GRADO DE HISTORIA DEL ARTE UNED
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LAS TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS EN EL ROMÁNICO HISPÁNICO
La arquitectura románica tiene lugar entre los siglos XI y XIII en los reinos cristianos de occidente. A grandes rasgos, el marco sociopolítico y económico tiene como objetivo la lucha contra el Islam, el control de rutas comerciales y la conquista de nuevos territorios. La Reforma Gregoriana, la convocatoria de Cruzadas y el auge de la órdenes religiosas, junto con el apoyo socioeconómico de los poderes locales va a permitir la construcción masiva de iglesias. Por otro lado, los poderes eclesiásticos van a incitar a los fieles a la realización de rutas de peregrinación hacia los lugares donde se custodian las reliquias. Los factores clave para la difusión de la arquitectura románica fueron el Camino de Santiago y la movilidad de las cuadrillas de canteros. Aunque cada territorio tiene sus particularidades, se podría decir en líneas generales, que es un estilo en el que confluyen elementos islámicos, bizantinos y de la arquitectura clásica, se tiende hacia la horizontalidad y monumentalidad, que se realiza un uso generalizado de la piedra, el arco de medio punto y la incorporación progresiva de la escultura monumental en las fachadas.
En Cataluña encontramos los primeros ejemplos del primer románico en la península ibérica, que tiene como principal promotor al abad Oliva. En estas primeras construcciones destaca la plasticidad del exterior por medio de pequeños sillares sin pulir y las lesenas decorativas de influencia lombarda. En el interior aparece la bóveda de piedra que sustituye a las techumbres de madera. La cabecera de las iglesias se adapta al rito litúrgico que determina la Reforma Gregoriana, otorgando un mayor espacio al altar mayor, que junto a la afluencia de peregrinos hace necesaria la construcción de un nuevo espacio que lo rodea, la girola. En la iglesia del monasterio de San Miguel de Cuixa encontramos esta innovación, la girola permite el tránsito de peregrinos sin interrumpir la celebración de la liturgia. Las construcciones impulsadas por el rey Sancho el Mayor, en Aragón y Navarra, se distinguen por la escasa ornamentación escultórica como es el caso del monasterio benedictino de Leyre, donde solo aparecen algunos motivos vegetales en los capiteles.
La confluencia de diferentes elementos estilísticos en la iglesia de San Pedro Larrede (Huesca), construida a finales del s. X y principios del s. XI, como su planta de cruz latina con ábside semicircular, la esbeltez y altura de la torre y el uso de arcos de herradura, ha llevado a que algunos estudios la asocien con el discutido término estilístico mozárabe.
A mediados del siglo XII se comienza a incorporar la escultura monumental en las fachadas de iglesias y catedrales. El arte está al servicio del poder, la iglesia será quien principalmente establezca los programas iconográficos representados en las portadas. De este periodo hay que destacar, la construcción en diferentes fases y con la intervención de distintos arquitectos de la catedral de Santiago de Compostela. El transepto sobresale en la planta de cruz latina y la cabecera dispone de girola con capillas, sobre las naves laterales se encuentran la tribuna. Para las cubiertas se utilizan bóvedas de cañón y arista con el uso de arcos fajones que se apoyan en pilares. La cripta, al igual que en el monasterio de San Martin del Canigo, ayuda a nivelar el terreno y a cimentar con solidez, que junto con el uso de contrafuertes garantiza la estabilidad del edificio.
A finales del siglo XI las órdenes religiosas van a promover la construcción de iglesias y catedrales a lo largo de la ruta jacobea, que presentan entre sus características más relevantes, planta centralizada como la iglesia de Santa María Enaute. Por otro lado, en la catedral de Zamora se puede apreciar una clara influencia oriental en las bóvedas cupuliformes que descansan sobre el crucero y el exterior está cubierto por escamas de piedra, que otorgan a la construcción una plasticidad muy singular.
Es importante mencionar, que tras la victoria en Toledo en el año 1085, la península ibérica vive un periodo de conquista de territorios ocupados por la población musulmana. La construcción de iglesias va a ser clave en el proceso de repoblación, asegurando el poder cristiano y consolidando la idea de una guerra santa. En algunas ocasiones se abandona el uso de la piedra en favor del ladrillo y el uso de artesonados de madera para las cubiertas, puesto que muchas de ellas serán construidas por alarifes moriscos, se ha utilizado el término mudéjar para referirse a estas construcciones. En el exterior de algunas de estas edificaciones destacan la decoraciones de arquillos ciegos como en la iglesia de San Lorenzo de Sahagún.
A lo largo del siglo XIII la arquitectura románica va a ir llegando a su fin debido a la peculiaridad de cada estilo local y que las cuadrillas más populares comenzarán a participar en las nuevas construcciones góticas. Guadalajara será el territorio donde perdura el estilo románico por más tiempo, pero cada vez será una arquitectura más sencilla y funcional perdiendo ese carácter monumental y se adoptan elementos de las construcciones cistercienses.
COMENTARIO DE IMÁGENES
Mausoleo de Constanza y Capilla palatina de Aquisgrán (Imágenes en el manual de la asignatura, pag. 49 y pag. 263)
Ambos edificios están patrocinados por el poder temporal para legitimarse y visibilizarse a través de estas construcciones. El emperador Constantino por medio del Edicto de Milán permite la libertad de culto cristiano y es a partir de entonces cuando hay una gran inversión económica y se comienza a construir edificios cristianos de mayor envergadura. El Mausoleo de Constanza es construido cerca del año 349 como lugar de enterramiento para las hijas del emperador, es un ejemplo de arte paleocristiano. El edificio es de planta circular, habitual para lugares de enterramiento y en el centro se encuentra el sarcófago, cubierto con una cúpula inapreciable desde el exterior. Por otro lado, a finales del siglo VIII, Carlomagno comienza a construir su palacio y entre sus dependencias está la Capilla palatina, pensada como su oratorio privado. Este edificio también es de planta circular, siguiendo en este caso el modelo de las construcciones bizantinas durante la época del emperador Justiniano, como la iglesia de san Vital de Rávena. Ambos edificios cuentan con deambulatorio, pero en la parte superior de la capilla además existe una planta superior que da lugar a la tribuna. Además la estructura de la capilla tiene una acusada verticalidad y cuenta con una cúpula octogonal, siendo una de las primeras cubiertas abovedadas en piedra en la arquitectura altomedieval. Carlomagno quiere simular las construcciones del imperio romano para legitimar su poder y su nombramiento como emperador. Así pues, no solo la planta y disposición de la capilla recuerdan a la arquitectura imperial, sino que además gran parte de la decoración interior procede de edificaciones clásicas de la Antigüedad.
Los ricos mosaicos, el uso de mármoles y pórfidos presentes en la decoración interior de ambas construcciones, contrastan con los materiales y la sencillez exterior. Las entradas de ambos edificios vienen precedidas por un nártex que da paso al interior. En la Capilla palatina, se pretende reafirmar y legitimar simbólicamente la autoridad de Carlomagno sobre el poder temporal y espiritual, por medio de inscripciones alusivas a la construcción del Templo de Salomón. Por otro lado, en el Mausoleo se observan escenas que proceden de la Antigüedad clásica pero que contiene un mensaje cristiano, como es el ciclo báquico que ahora transmite figurativamente, que la sangre derramada por Cristo es convertida en vino y en el sacramento de la Eucaristía.
Cruz de las Escrituras, Museo de Clonmacnoise y Crucifijo de Marfil de Don Fernando I y Doña Sancha, MAN (Madrid) (Imágenes en el manual de la asignatura pag. 261 y pag.438)
La high cross de la Cruz de las Escrituras, es un ejemplo característico del arte prerrománico en las islas británicas, cuyas primeras esculturas aparecen ya en el siglo V pero alcanzan su mayor esplendor en el siglo IX, siendo un buen ejemplo esta del monasterio de Clonmacnoise. Es una escultura exenta de bulto redondo, tallada en piedra y se apoya en un pedestal. Al medir casi cuatro metros de altura, el anillo en el cruce de los travesaños ayuda a mantener el equilibrio de la estructura. El círculo, es una forma simbólica cristiana, alude al Cosmos y contiene la figura de Cristo crucificado. La función principal de estas cruces fue predicar y evangelizar, por eso se observan relieves decorativos con una función pedagógica. Cada una de estas escenas religiosas están dispuestas en la cruz divididas en cuadrículas. Las técnicas usadas para esculpir la piedra de estas cruces, deriva de métodos para trabajar metales.
Por otro lado, el Crucifijo de don Fernando I y doña Sancha está realizado en marfil y cumple la función de relicario, ya que en su interior guarda parte de la Vera Cruz, y también fue utilizado en la celebración de la liturgia. La forma de trabajar y modelar el marfil, recuerdan al refinamiento de la eboraria del Al Andalus. Una de las novedades de esta escultura del siglo XI, es la representación de la figura de Cristo, ya que anteriormente solo era representada la cruz. Se observa influencia oriental en el tratamiento del rostro y los ojos grandes realizados en azabache y el gesto hierático. En el frente de la cruz, está el cuerpo semidesnudo de Cristo y sobre su cabeza la escena de la Resurrección, a los pies está la figura de Adán. En la intersección del dorso de la cruz, aparece el cordero místico y en las equinas la representación de los animales que simbolizan a los cuatro evangelistas. Esta cruz relicario es un regalo que hicieron los monarcas a la Colegiata de San Isidoro de León.
De estas dos esculturas contrasta por un lado, los materiales simples de la high cross con los ricos y costosos marfiles y azabaches del Crucifijo, además una estará expuesta en el exterior del monasterio y la otra custodiada en la Colegiata leonesa. Por otro lado, en ambas obras se representan escenas de la vida de Jesús con un mensaje predicador y evangelizador. Ambas obras tuvieron un papel muy importante para fortalecer el poder de la iglesia, por un lado evangelizar y sumar fieles y por otro la promoción de rutas de peregrinación hacia lugares que custodiaban reliquias.
Theotokos Hodegetria, Virgen y el Niño (Roma, 609) (Fig. 1) y el Mosaico Virgen y Niño entronizados (Santa Sofía, 867)
La veneración del icono de la Hodegetria fue bastante popular en Constantinopla. Literalmente del griego, significa la que señala el camino, en este caso refiriéndose a la Virgen como Madre de Dios. Este icono de Theotokos Hodegetria (Fig. 1), realizado en el año 609, es uno de las representaciones más antiguas de las que se tiene constancia. Esta escena de la Virgen con el Niño, usa un lenguaje visual simbólico, mientras que la imagen posterior que representa el Mosaico de la Virgen entronizada con el Niño en Santa Sofía (Fig. 2) se tiende al naturalismo.
La Hodegetria del Panteón pudo estar originalmente representada de cuerpo entero. En la actualidad, la imagen de medio cuerpo de la Virgen sostiene al Niño entre sus brazos. La mano derecha es de mayor tamaño, simbólicamente se asociaba con la autoridad y la salvación. El color dorado que se utiliza para las manos quiere destacar y sacralizar este gesto de la Virgen. El icono se realiza en la época del emperador Justiniano y aunque la cabeza de la Virgen es bastante estilizada y con expresión hierática, el rostro del Niño muestra cierto interés por recuperar las representaciones de la Antigüedad clásica, perceptible en la expresión más relajada y menos hermética y el tratamiento de su pelo rizado más suelto y natural.
El Mosaico de la Virgen entronizada con el Niño de Santa Sofía se realiza después de superar la crisis iconoclasta y dará comienzo al auge de la devoción mariana y la popularización de la imagen de la Virgen como madre Dios y como la representación de la parte humana de Jesús. Esta Theotokos, originalmente estaba flanqueada por dos Arcángeles, aparece sentada en el trono y su hijo sentado en su regazo. Los pliegues de las túnicas, la corporeidad de las figuras y sus rostros serenos denotan la acusada tendencia hacia el naturalismo, distanciándose de los estilizados, alargados e inexpresivos iconos de los siglos anteriores. El trono y el escabel, así como el escorzo de las piernas, denotan un interés por dar profundidad al plano. Las manos de la Virgen ya no son de color dorado ni desproporcionadamente más grandes. A partir de este momento, será igual de importante dejar constancia la condición trascendental de las figuras bíblicas, ya que ahora son mucho más humanizadas, por lo que se seguirá haciendo uso de fondos dorados y nimbos sobre sus cabezas.
Beato de Gerona (Fig. 3) y Evangeliario de Uta (Fig. 4).
Esta imagen (Fig. 3) pertenece a la copia miniada del Beato de Gerona, realizada a finales del s. X, cuya autoría está vinculada principalmente a la iluminista Ende -o En- y a algunos colaboradores, realizado en el scriptorium del monasterio de Tábara, en el Reino de León. Esta escena de la Crucifixión es una de las más interesantes y novedosas de la época, puesto que anteriormente no habían sido representadas en los Beatos y será el germen de futuras representaciones en el arte románico. Se observa que hay una clara intencionalidad de dar profundidad, por medio de diferentes tonalidades en los colores. Por otro lado, en la ilustración del Evangeliario de Uta (Fig. 4), los personajes están dispuestos dentro de diferentes formas geométricas, pero en ambas escena las figuras tienden hacia el naturalismo, por medio de la volumetría de los cuerpos y el detallismo de los pliegues de sus ropas, además de la expresividad de sentimientos y emociones en los rostros. Las inscripciones de estas imágenes pretenden diferenciar la identidad de cada una de estas figuras.
Por otro lado, en la Crucifixión representada en el Evangeliario de Uta, realizada a principios del s. XI en Ratisbona, transmite otro lenguaje visual distinto, ahora vinculado a la riqueza y al poder, que no es tan perceptible en el Beato. El esquema de esta escena ilustra la importancia que tuvieron las ideas relacionadas con la teología musical durante la Edad Media. Los textos filosóficos de Pitágoras y Platón (s. VI a.C) que vinculan el concepto de armonía con la música y que consideran que el orden del universo parte de una relación matemática entre armonía y proporción. Estas ideas filosóficas estarán presentes en las escuelas monásticas y catedralicias de la corte carolingia. La escena de la Crucifixión del evangeliario de Uta, es una representación alegórica de la teología medieval desarrollada por el monje Otloh de San Emerano, que relacionaba la concepción del universo y la armonía. La figura de Cristo en el centro de la composición, representaría la unión entre lo terrenal y lo divino, y también como Señor del Universo, mensaje que simbólicamente se refuerza con las figuras alegóricas de la Vida, y la Muerte y la Iglesia y la Sinagoga y los diferentes elementos geométricos.
Ende es la única mujer de la que se tiene constancia en la participación de copias de manuscritos durante la Alta Edad Media. Uta una abadesa con capacidad intelectual y formación suficiente como para comprender los mensajes simbólicos de su evangeliario relacionado con las teorías filosóficas de la época. Ellas participaron en la vida intelectual y cultural durante el Medievo vinculada a centros monásticos y religiosos.
BIBLIOGRAFÍA
ALBANO DE LIMA, S, R. Las relaciones de la música con la cosmología. Epistemus, 4, 2016.
BANGO TORVISO, G, I. Alta Edad Media de la Tradición Hispanogoda al Románico. Ed. Sílex, 1989.
BECKWITH, J. Arte Paleocristiano y Bizantino. Ed. Cátedra. Madrid (2007)
BELTING, H. Imagen y culto. Una historia de la imagen anterior a la era del arte (Vol. 75). Ed. Akal, 2010.
MONTERIA ARIAS, I. (Coordinadora). El Arte Cristiano y Arte Islámico en época Medieval (Siglos III a XII). Ed. Ramon Areces, 2019.
SAXL, F. La vida de las Imágenes: estudios iconográficos sobre el arte occidental. Ed. Anaya, 1989.
TOMASINI, M.C. La cosmología musical del Medievo en la Crucifixión del Evangeliario de Uta de Ratisbona. Ponencia “VII Jornadas de Estudios Medievales, SAEMED-DIMED”, 2006.
IMÁGENES
Fig 1. Icono Theotokos Hodegetria. La Virgen y el Niño, (Roma, 609).
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Madonna_Hodegetria_(Pantheon).png
Fig 2. Mosaico de la Virgen entronizada con el Niño, (Santa Sofía, 867)
https://es.wikipedia.org/wiki/Santa_Sof%C3%ADa#/media/Archivo:Apse_mosaic_Hagia_Sophia_Virgin_and_Child.jpg
Fig 3. Beato de Gerona, Crucifixión. Iluminadora Ende y colaboradores, (Tábara, 975).
https://www.pinterest.es/pin/310537336805071208/
Fig 4. El Evangeliario de Uta, Crucifixión, (Ratisbona, 1025).
https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Uta_Codex,_Evangeliary_Symbolic_Crucifixion_of_Christ_ca._1020.JPG
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